Vecinos de Tijuana expresaron su descontento y rechazo tras la parrillada organizada por el municipio, señalando que el evento resultó inoportuno frente a necesidades más urgentes. A través de redes sociales y quejas directas, ciudadanos cuestionaron el uso de recursos públicos en carne y entretenimiento cuando faltan programas de apoyo social, mantenimiento de calles y alumbrado.
Algunos asistentes consideraron que los más de 300 kg de carne y los gastos de logística podrían haberse destinado a mejorar servicios básicos o abastecer despensas para familias vulnerables. Además, criticaron la falta de consulta previa con la comunidad y la escasa información sobre el presupuesto invertido. La alcaldía aún no ha emitido un balance financiero ni un pronunciamiento sobre estas críticas.
